Déjame presentarte a Marta. Jefa de sala, socia de un bistró y una auténtica malabarista de turnos, proveedores y clientes que nunca tienen tiempo. Es un martes cualquiera, son las 7:45 de la mañana: abre la cámara, revisa tickets, mira la caja… y, de repente, siente ese clásico nudo en el estómago. Las mesas están llenas, pero la rentabilidad del restaurante parece un espejismo. La nómina pesa. Mucho.
Ese día, escribió un número grande en una servilleta: su “porcentaje de coste de mano de obra”. Cuando lo calculó, comprendío por qué trabajaba tanto y ganaba tan poco.
Marta se puso a hacer cuentas: Coste total de mano de obra / Ingresos totales x 100.
Te pongo un ejemplo: si gastas 13.520 € en sueldos y vendes 42.000 €, tu porcentaje es del 32,2%. Duro, pero muy claro.
Aquí tienes una métrica que casi nadie mira con regularidad y que todos deberían: el coste preferencial = COGS (coste de bienes vendidos) + coste laboral. Mantenerlo por debajo del 60% de las ventas es un verdadero tesoro.
Marta dejó de pedir 6 referencias que solo ocupaban espacio en la nevera y los empleados cruzaron funciones: el que estaba en el office aprendió de barra, y el de barra apoyó en los pases. El resultado: el mismo servicio, menos horas sin hacer nada.
En solo 4 semanas, Marta pasó del 34% al 26% de coste laboral. No fue magia. Fue método: medir, decidir y ajustar. Y sí, ahora duerme mejor.
Son las 22:10 del viernes. La sala está llena, la cocina en pleno apogeo y tú pensando en la nómina de fin de mes. Pregunta honesta: ¿estás gestionando en función de sensaciones o de números en tiempo real? Si es lo primero, estás dejando escapar dinero. Si cambias al segundo, verás cómo el negocio te devuelve… en caja.
[1] Justificación del personaje
Marta no es solo una persona; es una amalgama de los dueños, gerentes y chefs con los que trabajamos cada semana. Desde pequeños cafés familiares hasta cocinas de alto volumen en la ciudad, todos enfrentan el mismo desafío: nóminas que crecen más rápido que las ventas y decisiones a ciegas en medio de un servicio.
[2] Vinculación con la audiencia
Por eso creamos Guava: para que cada gerente pueda programar con datos, controlar el coste preferencial y mejorar la rentabilidad del restaurante sin estar pegado a una hoja de cálculo.
[3] Llamada a la acción
Descubre cómo Guava puede hacer esto por tu restaurante: reserva tu walkthrough gratuito de 15 minutos en guavapp.com.
El porcentaje de coste de mano de obra debería estar entre el 20% y el 30% de las ventas para ser rentable.
El coste preferencial es la suma del coste de bienes vendidos y el coste laboral, y debe mantenerse por debajo del 60% de las ventas.
Guava permite programar los turnos según la demanda histórica y controlar el coste preferencial para mejorar la rentabilidad.
Se pueden implementar estrategias como la programación según las ventas, ofrecer formación rápida y promover la polivalencia en el personal.
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