


Lucía es un personaje que, aunque no existe, puede estar en cualquier bistró que tiene un 60% de sus ventas en delivery. Imagina un viernes a las 21:07. Tres riders están esperando. Un pedido se duplicó. La salsa está sobre la tapa. Y de repente suena el teléfono, y una voz tensa pregunta: “¿Cuánto falta?”. Lucía lanza una mirada a la pantalla, otra a la cocina y, finalmente, al reloj. Sabe que cada minuto extra puede costarle una estrella en la reseña y un cliente que no volverá.
¿Te suena familiar?
No lo vamos a disfrazar. La realidad es clara: cuanta más rápida sea la entrega, mayor será la satisfacción del cliente. Y cuando el cliente está satisfecho, deja buenas reseñas. Y esas reseñas te traen más pedidos. Es un ciclo virtuoso.
¿Qué estás midiendo hoy? Si no lo haces, es como lanzar dardos a ciegas. Y creerme, adivinar en hora punta puede costar caro.
Aquí tienes tres métricas que pueden cambiar las reglas del juego:
Piensa en estos pequeños relojes dentro del gran reloj:
Si puedes controlar estos tres aspectos, puedes controlar tu reputación.
La antigua forma:
La nueva forma:
Aquí hay algunas acciones de 15 minutos que pueden devolverte minutos:
Y sí, centraliza. Con un TPV y un software de gestión que no te haga abrir diez pestañas. Con Guava, todos los pedidos entran en un solo flujo, se enrutan a cocina con tiempos claros, y el pase ve lo que realmente importa: qué preparar ahora y quién está esperando afuera.
Lucía decidió instalar Guava un lunes tranquilo. El martes, todo estaba centralizado. Para el jueves, su equipo ya estaba funcionando en automático:
¿Cuál fue el resultado en 6 semanas? 12 minutos menos en cada pedido en hora pico. Errores reducidos en un 38%. La calificación media subió de 4,1 a 4,6. Y quizás lo más importante: Lucía dejó de reaccionar ante incendios y empezó a tomar el control.
¿Merece la pena? Pregúntate esto: si mañana reduces el tiempo de cada pedido en 7 minutos, ¿cuánto más podrías vender sin cambiar nada más?
Haz una revisión diaria de 5 minutos y una decisión semanal de 1. Eso sí que es gestión, no heroísmo.
[1] Justificación del personaje
Lucía no es solo una persona, sino una representación de dueños, gerentes y chefs con los que trabajamos cada semana. Desde pequeños cafés familiares hasta grandes cocinas en la ciudad, todos enfrentan el mismo reto: ese cuello de botella entre la cocina, el pase y el servicio a la calle que hace que aumenten los tiempos, los errores y las reseñas negativas.
[2] Vinculación con la audiencia
Por eso creamos Guava: para que cada equipo pueda centralizar pedidos, medir lo que realmente importa y automatizar lo repetitivo sin perder el control y sin recurrir a complicadas hojas de cálculo.
[3] Llamada a la acción
Configura tu panel de operaciones en menos de 10 minutos.
Define un radio de entrega realista y crea un menú rápido con platos que viajen mejor.
Mide el tiempo total de entrega, la precisión del pedido y la calificación del cliente.
Instala un software de gestión como Guava, que centraliza los pedidos y optimiza la operación.


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